La terapia de ondas de choque para la disfunción eréctil (DE) es un tratamiento no invasivo que utiliza ondas sonoras para estimular el flujo sanguíneo en el pene. El procedimiento no requiere anestesia y suele realizarlo un profesional sanitario que mueve el dispositivo a lo largo de partes del pene durante unos 15 minutos mientras emite pulsos suaves.
Los pacientes que no responden bien a la medicación o que buscan tratamientos no invasivos suelen ser buenos candidatos para la terapia con ondas de choque. Es esencial consultar con un profesional sanitario para determinar si ésta es la mejor opción de tratamiento dado el estado del paciente.
El tratamiento con ondas de choque puede variar en función del protocolo sugerido por el profesional sanitario. El número estándar de tratamientos para lograr los resultados deseados suele ser de entre 6 y 12 sesiones, que pueden repartirse a lo largo de varias semanas, en las que los pacientes suelen someterse a 1 ó 2 tratamientos por semana durante aproximadamente 6-8 semanas.
Cada sesión puede durar entre 15 y 30 minutos.
Los estudios indican que los pacientes pueden beneficiarse más en el rendimiento sexual de 12 sesiones dos veces por semana en comparación con 6 sesiones una vez por semana. Esto implica que una mayor frecuencia puede contribuir a obtener mejores resultados en el rendimiento sexual.
La terapia de ondas de choque puede repetirse hasta un total de 18 sesiones. Sin embargo, esto está sujeto al estado del paciente y a la recomendación del profesional sanitario. Es importante entender que los protocolos podrían cambiar a medida que se disponga de más investigación.
La terapia con ondas de choque actúa desencadenando el proceso de curación a nivel celular. Aumenta el flujo sanguíneo e inicia una serie de reacciones biológicas que dan lugar a la liberación de factores angiogénicos, promoviendo así la neovascularización y la regeneración tisular en el pene.
Los resultados visibles del tratamiento con ondas de choque pueden esperarse en un plazo de uno a tres meses. El plazo exacto puede variar en función de cada caso y de la gravedad de la disfunción eréctil.
La eficacia de la terapia con ondas de choque es tal que rara vez se prescribe un tratamiento de mantenimiento durante los años siguientes al tratamiento. Algunos estudios han demostrado que una respuesta positiva puede durar hasta dos años, lo que sugiere que el tratamiento continuo puede no ser necesario.
Las citas suelen programarse semanalmente para que el cuerpo tenga tiempo de recuperarse y responder al tratamiento. Esta programación es crucial, ya que puede influir en la eficacia general de la terapia.
Después de seis meses de tratamiento, se pueden esperar mejoras significativas. Los mejores resultados suelen observarse en torno a esta fecha, lo que demuestra los beneficios a largo plazo de la terapia.
El número de sesiones de la terapia de ondas de choque para la disfunción eréctil puede oscilar entre 6 y 18, dependiendo del protocolo de tratamiento y del estado del paciente. Algunos pacientes pueden observar una mejoría significativa tras un ciclo de tratamiento durante un período de tres meses sin necesidad de tratamiento continuo.
Es fundamental consultar a un profesional sanitario para determinar el mejor plan de tratamiento. Los resultados individuales varían, y un plan de tratamiento personalizado es clave para lograr los resultados deseados.