El sobreentrenamiento puede provocar diversos problemas de salud, como trastornos del sueño, disfunción eréctil e hipertensión, que pueden aparecer tras sólo dos semanas de entrenamiento excesivo. Se ha demostrado que el entrenamiento intensivo provoca niveles bajos de testosterona en reposo en los hombres, lo que puede contribuir a la disfunción eréctil.
Se sabe que una actividad física reducida aumenta el riesgo de desarrollar disfunción eréctil (DE). Por otro lado, se ha descubierto que el ejercicio regular, especialmente la actividad aeróbica de moderada a intensa, mejora la disfunción eréctil. Incluso el ejercicio regular menos intenso podría reducir el riesgo de DE, y aumentar el nivel de actividad podría disminuir aún más este riesgo.
Evidencias científicas emergentes, como el Estudio de Seguimiento de Profesionales de la Salud de Harvard de 2006, sugieren que realizar algunas horas de ejercicio a la semana, incluyendo entrenamiento de fuerza, estiramientos y ejercicios de equilibrio, puede reducir el riesgo de disfunción eréctil.
La revisión sistemática de 2019 sobre el ejercicio y la disfunción eréctil apoya la idea de que la actividad física puede beneficiar a los hombres con esta afección. Los hombres que hicieron ejercicio durante 160 minutos a la semana durante seis meses mostraron una mejoría en la disfunción eréctil.
Los ejercicios de Kegel, o ejercicios pélvicos, han demostrado su eficacia para tratar la disfunción eréctil y deben utilizarse como tratamiento de primera línea. Estos ejercicios se centran en los músculos isquiocavernosos y bulbocavernosos de la zona pélvica, que rodean el pene y están activos durante la erección. Los ejercicios aeróbicos, como el entrenamiento cardiovascular, también son beneficiosos para tratar la disfunción eréctil.
El ejercicio cardiovascular y los ejercicios de resistencia con pesas pueden aumentar la testosterona del hombre, lo que ayuda a prevenir la disfunción eréctil. Sin embargo, es esencial evitar el sobreentrenamiento, ya que el ejercicio excesivo puede provocar niveles bajos de testosterona en reposo. Cuando se reduce la intensidad del ejercicio, los niveles de testosterona suelen volver a la normalidad en unos meses.
Además del ejercicio, las modificaciones del estilo de vida también pueden ayudar a controlar la disfunción eréctil.
Reducir el consumo de alcohol y la cantidad de tabaco puede reducir los síntomas de la disfunción eréctil.Es fundamental tener en cuenta que si padece disfunción eréctil, debe consultar a su médico antes de iniciar un programa de ejercicio o realizar cualquier cambio en su estilo de vida.
Si padece disfunción eréctil, es fundamental que hable con su médico antes de iniciar un programa de ejercicios o realizar cambios en su estilo de vida. El médico puede ayudarle a diseñar una rutina que se adapte a sus necesidades y a asegurarse de que hace ejercicio de forma segura. El ejercicio aumenta el flujo sanguíneo, no sólo a los músculos del cuerpo que se ponen a prueba con el entrenamiento, sino también a los genitales, lo que es esencial para mantener una erección firme y alcanzar el clímax. Sin embargo, el sobreentrenamiento puede tener efectos adversos, por lo que es fundamental encontrar el equilibrio y el régimen de ejercicio adecuados para tratar la disfunción eréctil con eficacia.